El Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica, Universidad Nacional (OVSICORI-UNA), es un Instituto de Investigación Universitaria dedicado a la investigación de los volcanes, los sismos y otros procesos tectónicos, con el propósito de encontrar aplicaciones útiles a la sociedad que ayuden a mitigar los efectos adversos de esos fenómenos al desarrollo económico y social. Se trata de un observatorio, por cuanto una cantidad considerable de su esfuerzo va orientada a documentar la actividad sísmica, volcánica y la deformación cortical que, a su vez, retroalimenta a las actividades investigativas propias de un instituto de investigación universitaria.
En 1984, el OVSICORI-UNA inicia la operación de una red sismográfica, diseñada para dar seguimiento a la actividad sísmica y volcánica en todo el territorio nacional. El principal objetivo de la red sismográfica es la documentación del tercer ciclo de alta liberación de energía sísmica del siglo XX, cuya inminencia era sugerida por estudios realizados conjuntamente con científicos costarricenses y norteamericanos en 1983.
Actualmente la red sismográfica cuenta con un sistema de registro analógico y otro digital. Este último permite el análisis en línea de las señales sísmicas, lo que permite hacer más expedito el análisis de las señales y su estudio utilizando modernos métodos computarizados.
La red sismográfica del OVSICORI nació gracias al financiamiento brindado por el "Proyecto para la instalación de una red sismográfica permanente en Costa Rica y el establecimiento de un programa de reducción de peligros causados por sismos" de la Oficina de Asistencia en Desastres en el Extranjero de la Agencia Internacional para el Desarrollo (OFDA-AID).
El OVSICORI-UNA también realiza investigación de la deformación tectónica de la corteza terrestre asociada a la ocurrencia de grandes sismos en Costa Rica. Es así, como después del terremoto del Valle de la Estrella con magnitud 7.7 se documentaron levantamientos cercanos a 1.5 metros en el Puerto de Limón. Los estudios de deformación son conducidos por geodestas, utilizando instrumental geodésico convencional como distanciómetros o teodolitos de precisión, o de alta tecnología como es el caso de los sistemas de posicionamiento global con satélite (GPS), en coordinación con centros especializados de investigación como el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
Tras casi tres décadas de trabajo de la red sismográfica, las bases de datos de OVSICORI representan el potencial más grande que tiene el país, para realizar estudios de zonificación de la amenaza sísmica y vigilancia volcánica para el ordenamiento del territorio que heredaremos a las generaciones futuras. En la actualidad, novedosas investigaciones de gran impacto social se están ejecutando, con el fin de mitigar el impacto futuro de los sismos y los volcanes en Costa Rica. Es digno de mencionarse el esfuerzo sostenido del OVSICORI, para capacitar a sus funcionarios al más alto nivel y para graduar con maestrías y doctorados académicos a sus científicos en prestigiosas universidades de Estados Unidos, Europa y Asia, resultando en el conglomerado académico de mayor nivel en la América Central dentro de su campo.
Durante los últimos 15 años el OVSICORI-UNA recibió ayuda económica de OFDA-AID, del Consejo Nacional de Investigación Científica (CONICIT), de proyectos de investigación desarrollados en la Universidad de California en Santa Cruz, con financiamiento de la Fundación Nacional de Ciencias y el Servicio Geológico de los Estados Unidos, con el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, y con otras universidades del mundo. También ha sido recipiente de ayuda internacional de instituciones en Francia, Inglaterra, Suecia, Japón y Noruega. El Centro de Prevención de los Desastres Naturales de la América Central (CEPREDENAC) es un organismo regional que funciona con financiamiento sueco y noruego, que ha hecho importantes aportes económicos para la capacitación del personal del OVSICORI.
El OVSICORI-UNA desarrolla un programa permanente de observación, seguimiento y análisis de la actividad volcánica, con miras al reconocimiento oportuno de peligros potenciales de origen volcánico que puedan impactar al territorio nacional.
En la actualidad se utilizan para hacer la vigilancia volcánica las metodologías más usuales en este campo a nivel mundial. Ellas son el estudio de las señales sísmicas de los volcanes, de las deformaciones geodésicas asociadas al movimiento de magma bajo la superficie y de la composición química de los gases volcánicos. En paralelo, el OVSICORI-UNA realiza estudios de peligros volcánicos para reconocer tendencias de mediano a largo plazo en los patrones eruptivos de los volcanes de Costa Rica que deban ser tomadas en cuenta en el ordenamiento territorial.